La Tremofobia se define como un persistente, anormal e injustificado miedo a los temblores o terremotos.

Las personas que padecen esta fobia experimentan miedo ante la idea de poder sufrir un terremoto o un temblor. Aunque es natural que las personas teman a los sismos, cuando el paciente experimenta un miedo excesivo, conviene acudir a un especialista.

Etimológicamente proviene del griego trēmō, yo tiemblo y phóbos, miedo.

Este sentimiento, que en cualquier persona es natural, los fóbicos lo experimentan en un grado extremo, lo que puede causar que incluso modifiquen sus lugares de vacaciones y hasta de residencia basándose en sus temores.

El temor a los temblores es más común en personas que han sufrido malas experiencias con los terremotos. Sin embargo, existen muchas personas que logran recuperarse de la mala experiencia, sin desarrollar el trauma o estrés postraumático, aunque muchas otras requieren de tratamiento psicológico para superarlo.

La tremofobia, al igual que la mayoría de las fobias, forma parte de los llamadas trastornos de ansiedad y puede tratarse con terapia psicológica, obteniendo buenos resultados.

Algunos consejos que pueden ayudar a superar el miedo al temblor pueden ser:

- Hablar de manera abierta sobre el tema, así como también, aceptar y reconocer el miedo excesivo que se experimenta ante la situación.

- Detectar pensamientos recurrentes y atemorizantes para “detenerlos”.

- Prepararse mentalmente. Si se anticipa la respuesta y se está preparado mentalmente, se disminuye la sensación de desamparo.

- Bajar el nivel de ansiedad mediante estrategias de respiración y relajación.

- En el caso de que el estrés postraumático dure más de seis meses y se vuelva crónico, acudir a un profesional.

Publicado en apoyo psicológico por: Gemma Asarbai el 18-07-2012 archivado en Fobias